Hola.
Estoy cansado.
Mucho.
Quién me mandaría a mi ir al gimnasio tan temprano. Y todos los días. [De lunes a viernes] Me doy de baja en lo del Llados ese.
Si, si… ya se que hay que hacer un descanso y todas esas cosas. Y más cuando empiezas. Pero eh, yo no os digo nada cuando le ponéis guisantes a la ensaladilla, cada quien comete sus errores.
Esta semana ha sido agotadora y no solo por el gimnasio. El martes fue el cumpleaños de Raúl y la diabólica industria de los cumpleaños ha decidido que los niños tienen que celebrarlos en parques de bolas.
Cuando Mariló y yo tuvimos a Raúl estábamos decididos a no caer en los tópicos que definen a los padres y las madres actuales. Algunos hemos logrado esquivarlos. Y otros, por ejemplo, los cumpleaños en los parques de bolas, son inevitables porque vienen impuestos por la sociedad. Como lo de criticar a las demás familias.
Son inevitables porque hay gente a la que les gusta. Gente adulta. Podríamos catalogarlo como una psicopatía. Y son estas personas las que abren la veda generando en los demás niños el fenómeno científicamente conocido como “culo veo, culo quiero”.
Si alguien tiene una solución para esto y que no desilusione a un hijo… que me la envíe el mes pasado, que es cuando la necesitaba.
Estoy tan cansado que no me da la cabeza para hacer chistes sobre parques de bolas. Debería ser fácil, pero solo me sale compararla y trivializar con la guerra. Y bueno… el tema está un poco delicado ahora mismo tras la batalla del Menuditos Park, donde se produjeron cinco esguinces y tres divorcios.
Uno de los principales problemas de los parques de bolas es el ruido. Tienen que entrar alrededor de veinte niños y niñas [y sus correspondientes padres] en un zulo sin ventanas de 10 m2 [lo que en Idealista se llamaría “acogedor estudio con mucha intimidad por 850€ al mes”], con una estructura colchonetil de dos pisos, provista de bolas y toboganes, junto a las mesas de merienda, una barra de bar y una mini cocina.
¿Cómo entra todo eso ahí? La respuesta siempre es Ikea.
Para el cumpleaños de Raúl quisimos evitar eso y el local donde estuvimos tenía separación e insonorización de la zona infantil. Por si algún niño se rompía un brazo no nos pudiera interrumpir el café con un disgusto. Ante todo, la fiesta es para ellos.
No así el ruido, que nos lo quedamos en la zona de adultos. Los padres hacían que pareciera que estábamos debajo de un altavoz en una sesión de hardcore en la Central. [No sé, nunca he estado en ninguna, pero suena a que es muy ruidosa]
Cuando acabó, todo el mundo se fue más o menos a la vez. Y por supuesto, mintiendo: ¡Nos lo hemos pasado muy bien! Mientras su hijo o hija se iba con cara de terror, cinco arañazos y una bolsa de chuches que vomitaría justo antes de irse a dormir.
Es agotador organizar cumpleaños y es agotador ir. Es agotador celebrar cualquier cosa que implique a más de dos personas.
Cuando por fin acabamos, nos echamos en la cama y decimos: Se acabó. Pero, recordamos casi a la vez que…
[¿Cómo se recuerda algo casi a la vez? O es a la vez o te lo ha recordado la persona que de verdad lo ha recordado por si misma. Y, si la frase no me parece correcta, ¿no sería mejor borrarla y ya está? Pero entonces esto perdería espontaneidad y no es lo mismo, no sé, me parece que la voy a dejar. Además, si borro todo esto, nadie va a leer mi desvarío mental y se quedaría en un chiste que solo podré disfrutar yo. Y no quiero privar a nadie de este párrafo totalmente fuera de contexto, inconexo, que te saca de la narración, pero que al mismo tiempo puede ser un alivio para los que no estén conectando con el texto. Bueno, mira, lo dejo porque a mi me hace gracia y aquí mando yo, pero no dejéis de leerme porque entonces me da bajón.]
…al día siguiente teníamos otro cumpleaños.
Y me dormí con la esperanza de que todos esos conflictos diplomáticos que tenemos abiertos (Israel, Argentina…) acabaran esa misma noche con una cabeza termonuclear impactando directamente en mi cabeza.
RECOMENDACIONES
Una de las cosas que me ha hecho sobrevivir esta semana ha sido:
HAZBIN HOTEL (2024)
[Premisa] La hija de Lucifer y Lilith, Charlie [nombre demoníaco donde los haya] abre un hotel en el Infierno para redimir a los pecadores y darles la oportunidad de expiar sus pecados y a lo mejor, tal vez, quién sabe, poder ir algún día al cielo.
Me gusta todo de esta serie. La animación, el dibujo, los personajes, la historia… y bueno, que es musical. Y como es bien sabido por todos [o no], soy de esa gente a la que le gusta los musicales.
Ahora mismo, un porcentaje de vosotros, vosotras y vosotres os acabáis de bajar de esta serie [y posiblemente de la newsletter] porque los anti-musicales no tenéis corazón.
He tenido un dilema muy importante mientras veía Hazbin Hotel, y es que estaba tratando de evitar por todos los medios que mi personaje favorito fuera Alastor.
Pensaba todo el rato:
- Pepe, es un personaje que está hecho para eso, para ser el más carismático y misterioso. Míralo, además, es una trampa para heterobásicos.
- ¿Heterobásico como yo?
- Bueno, sí. Pero, fíjate bien. Es muy arquetípico. Ese dibujo increíble, esa voz… que le hace parecer siniestro e inteligente a la vez... están todo el rato insinuándote que es tremendamente poderoso, nunca sabes por dónde va a salir... ¿No te das cuenta que va gritando a los cuatro vientos, “quiero ser tu favorito”?
- Tienes razón, Pepe. Como todos los personajes molan un huevo, seguro que hay alguno o alguna que hace que cambie de opinión.
Después de los ocho capítulos:
- ¡Alastor!
- Pero, Pepe…
- ¡He dicho Alastor!
Bueno, si habéis pasado la criba del musical [no digo nada de quien prejuzga por ser animación porque sé que de esas personas por aquí no hay. Ese debate se superó hace tiempo] es una serie que hay que ver y es muy divertida.
DESPEDIDA PREMATURA
Me despido por ahora porque tengo mucho que hacer, la semana no ha terminado aún y el lunes vuelvo a subirme a un escenario, tengo que ensayar el texto y bueno… Si queréis, nos vemos en el Meeting Place de Murcia, un sitio que tiene nombre de club swinger. Tiene que ser muy confuso e incómodo preguntarle a alguien del público si ha venido a ver el show con su pareja.
Si preferís ir a Alicante, el jueves estaré en El Refugio Arte y Utopías, que es un sitio en el que también hacen recitales de poesía, por lo que no habrá parejas.
¡Pasad buena semana!
Sayonara babys.
Soy de los que no tienen corazón, anti-musical hasta el tuétano, ¿y por qué hago este comentario si puede convertirnos en archienemigos sin ninguna necesidad? Pues seguramente porque también soy gilipollas, eso no hay que descartarlo nunca.
A pesar de todo tomo nota de la serie (para terminar confirmando que, efectivamente, soy gilipollas).
No pasa nada. Porque si esto fuera un musical yo empezaría a cantar una canción y tú, con el ceño fruncido seguirías cantando y, sorprendido por tu entonación perfecta, dirías: Why... am i doing thiiiiis? (Siempre en inglés) Y yo te respondería: It's the Magic of musiiiiicaaaaaaaal! Una coreografía con muchos extras y verás como empiezas a disfrutar de la vida.