Citas obligatorias y "Stand up: El regreso"
¡Hola, lectoras y lectores de esta impuntual newsletter!
Una newsletter que pretende salir los jueves. Pero no tiene por qué, ya que nadie (excepto yo mismo) me exige hacerla. No os preocupéis, ya me he bajado el sueldo y puesto una amonestación leve.
Por eso no me hago autónomo, sería el peor jefe que he tenido nunca y resultaría muy incómodo mirarme todos los días en el espejo después de despedirme.
Fui autónomo durante dos meses, pero no mi propio jefe. Era un falso autónomo antes de que Glovo existiera. Para que veáis que en materia de explotación laboral está todo inventado. Y sin necesidad de marketing cuqui, ilegalidades a la española.
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Está semana ha sido bastante guay y mi mundo interno está revolucionado. Estoy contento y no es habitual en mí. Y menos habitual es estar contento más de cinco días seguidos. Por eso el miércoles estuve triste y preocupado.
Bueno, no estuve triste. Pero me convocaron a una cosa del SEF con un mensaje críptico que decía CITA OBLIGATORIA: A LAS 10:00 REUNIÓN EN SALÓN DE ACTOS y una dirección. Pensé en dos opciones; algún curso obligatorio para desempleados o una misión secreta para salvar el mundo. Y a partir de entonces soy conocido como Bond, Pepe Bond. [Suena a nombre de actor porno cutre]
Resultó ser la presentación de un curso que ofrecía la ENAE (Escuela de Negocios) en colaboración con el SEF. Es decir, el SEF (una entidad pública) promocionando un centro privado que se dedica a lo mismo que ellos.
No sabía encontrar el salón de actos, le pregunté al guardia de seguridad y me dijo:
- Sigue el olor a chanchullo.
Ni siquiera era un curso relacionado con las salidas profesionales de cada uno. No paraban de repetir las palabras “emprendedor” y “networking”, y ninguna aparece en mi temario de oposiciones a profesor de secundaria.
Durante mis divagaciones noté la presencia de un fotógrafo. Entonces entendí el motivo por el que nos habían convocado de forma obligatoria. Esto iba a salir en la prensa o en algún tipo de medio y era la única manera de que se llenara el salón de actos.
Cuando digo que noté la presencia del fotógrafo fue por que estaba escribiendo una cosa en el cuaderno y escuché justo en mi oreja: ¡CLICK! Me giré y, a dos centímetros de mi nariz, me encontré con el objetivo de la cámara. Le habría resultado más sencillo coger un papel, estampármelo en la cara y calcarla.
Así que, si veis en algún periódico de Murcia una foto mía en un acto de la ENAE, escribiendo muy concentrado y como si me interesara el tema no os creáis nada. Esto es lo que estaba escribiendo:
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He vuelto al stand up, ya lo anuncié en mis anteriores newsletter, y tal como sospechaba, ninguno de vosotras, vosotros y vosotres apareció en los shows. Por eso os lo cuento por aquí. No os vais a librar tan fácilmente.
El lunes volví al Murcia Comedy Club, que ha cambiado de local y ahora está en un sitio extremadamente pijo. Me tomé el Aquarius más elegante de mi vida en un vaso que gritaba clase por todos sus poros [aunque no se si el cristal tiene poros].
El sitio es tan pijo que los botellines de agua que nos dieron para actuar eran también de cristal. Eso supone un peligro cuando estoy nervioso, porque pesan el doble y mi mano tiembla a ritmo ragatanga, lo que puede derivar en cristales rotos e incrustados en los ojos del público.
La gente allí era rica de la de verdad, había evasores de impuestos con un Rolls (entre otros coches) y viudas millonarias, así que lo primero que hice al subir al escenario fue decirle al del Rolls:
- Hermano, no tendrás un euro por ahí.
Esa es mi pequeña aportación al mundo crowdwork: La mendicidad.
Porque verme a mi es lo más cerca que van a estar de un pobre en su vida y quería que se llevaran el pack completo. Fui una versión moderna del bufón de la corte.
Me lo pasé muy bien, la verdad. Esa era la meta final, tratar de pasármelo bien por encima de todas las cosas y creo que lo conseguí.
Pero no me dieron el euro.
Eso era lo único que no fue un chiste.
Ayer estuve a Alicante, en un sitio totalmente distinto. Los ricos de allí eran hippies y el Aquarius me lo tomé en un bote de lentejas.
Esther, la organizadora del open, me sacó una de las fotos que más me han gustado en todo el tiempo que llevo actuando:
¿Por qué? Si no está apenas enfocada. No lo sé. Pero me gusta. Seguramente sea el gesto. Me gusta que esté desenfocada e imaginarme que es porque Esther no podía dejar de reír. Aunque la realidad es que fue porque yo no paraba de moverme. Porque mi cuerpo estaba suelto, porque me lo estaba pasando bien.
A principio de la temporada decidí grabar todos los opens que hiciera, para verme y mejorar. No los he abierto ni una vez, ya sé que me voy a encontrar. Un tipo asustado con el pie de micro metido por el culo que sufría cada vez que se subía a un escenario.
Esta foto tiene más vida y movimiento que cualquiera de esos videos. Y puede que ese sea el camino, pasarlo bien. Y no ser un gilipollas, pero ¡eh!, voy poco a poco.
Por primera vez, voy a decir esto en serio: Si podéis, venid a verme. Me he dado cuenta de que es más difícil hacer esto solo.
RECOMENDACIONES
HACKS - Temporada 3 (2024)
Ya he recomendado esta serie bastantes veces… Ah, ¿qué no?
Bueno, pues ya estás dejando lo que estés haciendo y poniéndote a verla. Si tú, el cirujano que esta haciendo una operación a corazón abierto. Para ahora mismo, deja de abrir ese esternón y ve a ver Hacks.
¿O prefieres que cuando salves a tu paciente y se despierte de la anestesia se ría de ti por no haber visto la serie más divertida del momento?
A ver, reconozco que la segunda temporada pega un poco de bajón [aun así remonta de cara al final y el cómputo global es: ¡JAJAJÁ!]. Pero la tercera creo que es la mejor por ahora.
Fijaos que esto va a servir como despedida para que os pongáis el primer capítulo con la inercia.
¡Nos leemos la semana que viene!
Sayonara babys.
P.D: Podéis comentar lo que queráis y recomendarme que vea, lea o escuche cosas. Os haré caso. Como diría el doctor Frasier Crain: “I’m listening”.